Papa Francisco visita Corea del Sur: ¿Cómo es la situación de los católicos en

Desde el 14 y durante cinco días el Papa Francisco visitará Corea del Sur. En su visita, el Papa transmitirá un mensaje de reconciliación y paz entre las dos Coreas. Esta es la tercera vez que un Sumo Pontífice visita el país.


En medio de la atención internacional debido a esta visita, también ha aumentado el  interés por conocer la situación de los católicos en Corea del Norte, y el mismo Papa ha expresado su interés por el país.


En el Norte también existe un organismo representante de la fe católica, la Asociación Católica de Chosun (i.e. Corea del Norte). Originalmente esta institución tenía otro nombre, el que fue reemplazado para incluir la palabra ‘católica’ en 1999. Los pocos feligreses que hay en el país se reúnen en la iglesia de Jangchul, en Pyongyang, y cada domingo celebran la misa.


Sin embargo, para muchas personas no hay claridad en lo que concierne al significado de la palabra ‘católico’ (nota de la traductora: en coreano existen dos palabras para referirse a esta religión. Una es ‘catolic’, que es una transliteración de la palabra inglesa ‘catholic’. La otra podría escribirse como ‘cheonchu’, palabra formada por dos caracteres: ‘cheon’ (天), que significa ‘cielo’, y ‘ju’ (主) que significa ‘señor’).


En relación con lo mencionado previamente, un desertor norcoreano de alto rango dijo a Daily NK que ‘en general los católicos y los cristianos protestantes usan palabras algo diferentes para referirse a Dios. (En coreano) el primer grupo dice ‘haneunim, mientras que el segundo dice ‘hananim’. Sin embargo, los norcoreanos no pueden hacer claramente esta distinción’.


Por otro lado, en Corea del Norte, la razón por la que la libertad de credo no está garantizada es porque las actividades religiosas consideradas son vistas como un obstáculo para el culto de la familia de Kim Jong Eun, y como acciones orientadas al ‘colapso del sistema’. Esto explica las severas operaciones de vigilancia y control desplegados por el Ministerio de Defensa y los organismos de seguridad pública del país. Las penas por profesar la fe en público (fuera de los lugares y actividades religiosas oficialmente aprobadas) varían. Dependiendo de la ofensa, las personas pueden ser encarceladas en centros correccionales o campos de concentración políticos y puestas a realizar labores pesadas.


La Asociación Católica de Chosun ha entrado en contacto con los católicos de Corea del Sur con el fin de participar en un intercambio intercoreano activo. En tiempos de escasez de comida, aumenta la frecuencia del contacto con las instituciones religiosas surcoreanas, las que también son invitadas a Pyongyang a celebrar la misa y otros servicios religiosos, así como también ceremonias budistas.


En mayo de 2007 el Secretario General de la Conferencia Episcopal de Corea del Sur, el sacerdote Bae Young Ho, junto al sacerdote Byun Jin Heung y otros nueve representantes de la Iglesia, visitaron la iglesia de Jangchul, en la que se desarrolló un evento dominical junto a 150 feligreses norcoreanos. En noviembre del año pasado, doce personas celebraron una misa en conmemoración del aniversario número 25 de esta iglesia.


En 1990 y posteriormente, Corea del Norte invitó a instituciones misioneras estadounidenses a Pyongyang, y se intentó tener un acercamiento activo con organizaciones religiosas occidentales. El año pasado, el presidente de la Asociación Católica de Chosun, Samuel Jang Jae Eon, envió un mensaje de felicitaciones al nuevo Papa Francisco, en una acción orientada a extender los lazos con el Vaticano.


Corea del Norte está usando la idea de que la libertad religiosa está garantizada como propaganda hacia el exterior. El día 29 del mes pasado un pastor de la iglesia Chilgok señaló en el sitio web de noticias Uriminzokkiri (administrado por el Comité por la Reunificación Pacífica de la Patria) que “se han sentado las bases para garantizar (la libertad de) las actividades religiosas, y para que los cristianos puedan practicar su fe libremente”.
 
La libertad religiosa está estipulada en el artículo 68 de la Constitución de Corea del Norte. No obstante, un desertor de alto nivel comunicó que “las autoridades norcoreanas le dicen a los ciudadanos que ‘la religión es una droga’, y Kim Il Sung pidió que, en lealtad al Partido del Trabajo, no se afiliasen a otras religiones”. Con respecto a este punto, hizo notar que “existen instituciones religiosas en Corea del Norte; sin embargo, estas son meramente nominales y los ciudadanos norcoreanos no pueden conocerlas. Más aún, los estudiantes que estudian religión o materias afines son a menudo objeto de censura por parte de las autoridades.


Por otra parte, las instalaciones religiosas para la propaganda política que existen en el país son (1) los templos Gwangbeomsa, Yonghwasa y Jeongneungsa, en Pyongyang, (2) la iglesia Bongsu, Chilgol y Jeil, (3) la iglesia Jangchun (católica), (4) la iglesia rusa Jeongbaeksawon y (5) el templo Cheondo. De lo anterior se sigue que las instituciones están bajo severo control, y están compuestas solo por miembros que adhieren a la idea de la superioridad del sistema socialista norcoreano.


Finalmente, los procedimientos de selección para quienes aspiran a realizar actividades religiosas, son muy difíciles. Los miembros del Partido deben estudiar en el Departamento de Ciencias de la Religión (o estudios similares) en la Universidad Kim Il Sung. Después de graduarse, deben pasar un entrenamiento especial (para las relaciones exteriores) con estudios de teología o budismo, con el fin de hacer labores religiosas.