“Arrancar la corrupción de raíz”: investigación a agentes de seguridad

Desde fines del año pasado, las autoridades
norcoreanas están intensificando el control de llamadas telefónicas y envíos de
dinero destinados a ciudadanos de áreas fronterizas del país. Adicionalmente,
también se están implementando medidas de vigilancia a las autoridades mismas.


Una fuente proveniente de la provincia
Yangkang ha comunicado el día 5 a Daily NK que “a mediados del mes pasado, agentes
de seguridad en toda la provincia han sido objeto de vigilancia y citados a la
Oficina Nacional de Seguridad”, y señaló asimismo que “solo en Hyesan (ciudad
en Corea del Norte), docenas de agentes han sido puestos bajo investigación”.

Con respecto a esta situación, la fuente
añadió que “incluso agentes de lugares al este de Hyesan, como Baekam, Daehongdan
y Bocheon han sido citados, y no se les ha informado hasta cuándo durará la
vigilancia”. En relación con la (presunta) corrupción en los funcionarios
investigados, se ha dicho que “se debe arrancar el problema de raíz que está
abrumando el ambiente”.

 Según la fuente, el blanco de esta
investigación son principalmente las personas que hayan simpatizado o
facilitado ayuda para el contrabando, comunicaciones con Corea del Sur o envíos
de dinero. También la inspección apunta a determinar de manera exhaustiva si
hay desertores al interior de las mismas familias de los funcionarios o no.

“La vigilancia continúa intensificándose
día tras día, y los oficiales están nerviosos. Los más astutos ya habrían
gastado el dinero de los sobornos, hecho que sería un dolor de cabeza para los
investigadores, ya que no encontrarían nada en ellos (ninguna evidencia para
imputarlos)”.

Con respecto a las reacciones en torno a
esta investigación, la fuente informó que los ciudadanos norcoreanos piensan
que “no es algo bueno”. Se ha comentado que “la presente investigación esá
orientada a los agentes de seguridad; sin embargo, también están alarmados
aquellos que no cayeron en la investigación previa, puesto que también ellos
recibieron sobornos”.

“Como la mayoría de los oficiales han
recibido dinero, sería más rápido si investigasen solo a los que no han sido
sobornados”, informó. “La corrupción llega incluso a los funcionarios de la
Oficina Nacional de Seguridad”.

Asimismo, añadió que “como no consigueron
nada interrogándonos (a los ciudadanos), entonces se pelearán unos con otros”.
Por el contrario, otros dicen que “sería bueno ver a esos sujetos que hicieron
sufrir a la gente recibir un castigo”.


La vigilancia en las regiones fronterizas
continúa intensificándose, al mismo tiempo que la gente sostiene que “esto es
aún más horrible que en tiempos de Kim Jong Il”.


Por otra parte, el Artículo 60 del Código
Penal de Corea del Norte sufrió modificaciones a comienzos de este año, para
incluir cinco nuevos puntos. Conforme a las modificaciones, ahora se
considerará oficialmente subversivos: (1) las llamadas telefónicas ilegales a
extranjeros, inclusive a los habitantes de Chosun del Sur (i.e. Corea del Sur);
(2) los DVDs provenientes de Chosun del Sur y escuchar radio (de países
extranjeros); (3) el consumo o venta de drogas; (4) el tráfico y prostitución de
personas; y (5) prestar ayuda a desertores y filtrar secretos de Estado.

La fuente señala que la vigilancia en gran
escala (al punto de modificar el Código Penal) en la frontera sería
proporcional a la inestabilidad del régimen norcoreano. En este sentido, la
gente sostiene que “la vigilancia desplegada es en igual magnitud a la
corrupción existente. El hecho de prohibir a las personas realizar actividades
ilegales, mientras los agentes cometen delitos aún más serios a escondidas, muestra
cuán corrupta es la ley”.