Contra el mito: ¿tiene importancia el concepto de Songun?

Desde 1998, las publicaciones de Corea del
Norte mencionan a menudo el concepto de Songun, que usualmente se traduce como
“el ejército primero” o “la primacía del ejército”. Muchos observadores de este
país mostraron la introducción de este concepto como un acontencimiento de suma
importancia. Sin embargo, el autor de este artículo piensa que Songun apenas ha
tenido algún impacto en Corea del Norte.

 

La manera más fácil de evaluar la
importancia de un evento es comparar el antes y el después de la situación en
el que se encuentra. En este sentido, ¿cambió realmente Corea del Norte en
1998? ¿Se volvió más militarista? Preguntémonos un par de cosas sobre ese año: ¿fue
el servicio militar femenino en Corea del Norte introducido en 1998? No. ¿Expandió
el estado las academias militares existentes? No. ¿Fue prolongado el período de
servicio militar obligatorio? No. ¿Se intensificó el entrenamiento militar de
civiles? No.
 

 

Entonces, ¿qué cambió realmente en 1998?
Corea del Norte presentó la nueva versión de su constitución socialista, la
cual proclama que el Jefe de Estado no es el presidente (del país), sino el presidente
de la Comisión de Defensa Nacional. Este cambio podrá parecer militarista pero,
¿realmente lo es? Antes de 1998, el presidente era electo –siempre
unánimamente- por la Asamblea Suprema del Pueblo, el Parlamento norcoreano al
servicio del gobierno. Después de 1998, el presidente de la Comisión de Defensa
Nacional fue también elegido por la Asamblea Suprema del Pueblo, nuevamente de
manera unánima. Por lo tanto, esta reforma parece más un cambio en las formas
que algo real.

 

Otro tema discutido vehementemente en las
publicaciones sobre el concepto de Songun es la relación entre el Partido y el
Ejército Popular de Corea (EPC, también conocido como Inmingun). Algunos académicos
afirman que el EPC adquirió mayor poder después de la creación de Songun (una
afirmación dudosa). Primero, no debemos olvidar que el grupo a cargo de Corea
del Norte no es el Partido ni el ejército, sino la familia Kim. Segundo,
sencillamente no hay suficiente información sobre la dirección de la República
Popular Democrática de Corea para juzgar quién, entre los oficiales de alto
rango, ejerce más influencia. Sin embargo, si miramos las actitudes de
norcoreanos comunes, la jerarquía es clara: el Partido es más importante. La
gente ingresa al ejército para servir durante años, con la esperanza de tener
la oportunidad de convertirse en un miembro del Partido, no a la inversa. Son
los secretarios del Partido, no los comandantes, quienes administran las
ciudades y pueblos de Corea del Norte.

 

Por lo tanto, ¿hubo algún cambio
significativo en relación con el ejército en 1998? En realidad hubo uno. Antes
de este año, el ejército era dirigido por el Comandante Supremo (i.e. Kim Il
Sung o Kim Jong Il), y el vicecomandante era el ministro de las Fuerzas Armadas
Populares. Después de 1998, dos cargos previamente subordinados al ministro –
el jefe de gabinete y el jefe del Departamento de Política del Ejército- se
volvieron autónomos. Desde ese año, tuvieron que informar directamente a la Comisión
de Defensa Nacional y a su presidente. No obstante, esta reforma apenas
fortaleció al ejército, más bien hizo lo contrario. Crear tres hombres
poderosos en lugar de uno hace que compitan entre ellos –divide et impera es un
principio tan antiguo como la civilización humana.

 

De este modo, Songun no era –ni es- nada
realmente. Es solo otra doctrina propagandística concebida por el gobierno
norcoreano, y ciertamente no es la única. Veamos, por ejemplo, el concepto de Juche.
¿En qué consiste el concepto de Juche? La prensa norcoreana estatal afirma que
“en pocas palabras, la idea de Juche significa que los maestros de la
revolución y construcción son las masas, el pueblo, y que estos son la fuerza
motriz de la revolución y construcción”. Sin embargo, el tema es que no existe
una explicación más detallada de lo que Juche significa, y cuando los medios de
comunicación norcoreanos abordan en detalle esta idea, celebran a la familia
Kim y su inigualable grandeza, en lugar de explicar la naturaleza de este
supuesto sistema filosófico.

 

¿Por qué quienes somos ajenos a esto
prestamos tanta atención a estos dogmas vacíos? Tal como el autor lo entiende,
el núcleo del problema es la falta de materiales. Ni siquiera podemos ir a
Corea del Norte sin la compañía de un guía, y solo podemos soñar con tener
acceso a los archivos y documentos del país y, por lo tanto, tenemos que
satisfacer nuestra curiosidad con entrevistas a desertores norcoreanos o con
publicaciones oficiales. Este último punto ocupa un lugar excesivamente amplio
en la mente de los especialistas de Corea del Norte, quienes de este modo
tienden a pensar que Juche, Songun y otras ideas mencionadas con frecuencia
tienen un significado importante. No obstante, sabemos que la propaganda
estatal está lejos de la realidad de Corea del Norte, tal como lo están estos
dos conceptos.

 

* Las ideas expresadas en las Columnas de
Escritores Invitados no necesariamente reflejan el pensamiento de Daily NK.